viernes, 1 de marzo de 2013

Leyendo un periódico hoy me he encontrado con esta noticia, que sucedió en un instituto en Estados Unidos. Léela, seguro que te gusta

Una canasta muy especial.


Marcus Mitchell vive por y para el baloncesto. Su discapacidad intelectual no le impide ser uno más del equipo de baloncesto del Instituto Coronado de El Paso, en Texas. Durante toda la temporada, Marcus ha cumplido como uno más de sus compañeros, acudiendo puntual a los entrenamientos y a los partidos. Animando en los buenos y los malos momentos, a la espera de una oportunidad que llegó finalmente en el último partido de la temporada.
Cuando restaba poco más de un minuto del choque frente al Instituto Franklin, el entrenador de los T-Birds, Peter Morales, decidió que era el momento de Mitchell. La grada se volcó con el chaval que lucía el número 24 a la espalda, el mismo que luce Kobe Bryant, la estrella de los Lakers, uno de sus ídolos.
El minuto fue un mundo para Marcus, emocionado ante su primera aparición de la temporada. El público, entregado, coreó su nombre en un partido que ya es historia del Instituto Coronado. El objetivo, con el choque ya decidido, era conseguir que Mitchell anotara una canasta y para conseguirlo Morales le pidió que se quedara cerca del aro rival.
A pesar de los intentos, Marcus no lo conseguía y su frustración iba en aumento. Lo que tenía que ser su tarde más feliz, iba camino de convertirse en una pesadilla para él. Fue entonces cuando surgió el otro protagonista de la historia. Jonathon Montanez, jugador del equipo rival, decidió que no era justo. "Me enseñaron a tratar a los demás como yo querría ser tratado", afirma en el vídeo el jugador del Franklin High School.
Montanez, con solo unos segundos por disputarse, decidió entregar el balón a su rival, atónito ante semejante gesto. Esta vez, Mitchell no desaprovechó la oportunidad y acertó con el aro, logrando una canasta que desató la locura en el pabellón y que terminó con la cancha invadida. Marcus fue el héroe que acaparó las miradas. El triunfo se quedó en el casillero de Coronado, pero todos ganaron esa tarde en Texas. Incluido Montanez, el héroe silencioso que hizo feliz a Mitchell.



De : http://www.abc.es/blogs/baloncesto/public/post/la-canasta-mas-especial-15520.asp

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